La glándula tiroidea se encuentra en nuestro cuello, delante de la tráquea, sin embargo, para que ésta cumpla su función de liberar hormonas tiroides, requiere de dos cosas esenciales, un adecuado aporte de yodo y selenio en la dieta, además de la orden del cerebro de manera constante para regular que siempre se mantengan en niveles adecuados las hormonas libres en el torrente sanguíneo.

Algunas de las funciones de las hormonas tiroideas son:

1. Relación con la producción de energía.
2. Importantes en el desarrollo cognitivo, sobre todo en las primeras etapas de la vida.
3. Están implicadas en múltiples aspectos relacionados al metabolismo, como la producción de proteínas en los músculos.
4. Tienen injerencia en nuestro sistema cardiovascular.
5. Ayudan a que el crecimiento musculoesquelético, sea armónico.
6. Cambios en la temperatura corporal.

Derivado de todas las funciones de las tiroides, cualquier cambio en los niveles normales de estas hormonas, suele tener implicaciones físicas notorias, como aumento de peso, fatiga, depresión, problemas de memoria, debilidad muscular, etc. en el caso del hipotiroidismo o pérdida repentina de peso, palpitaciones, aumento del apetito, debilidad muscular, intolerancia al calor y aumento del tamaño de la glándula tiroides, en caso de hipertiroidismo. Los trastornos más frecuentes son el hipotiroidismo, la tiroiditis (inflamación de la tiroides, ya sea autoinmune o por infecciones) y el bocio difuso tóxico (enfermedad de Graves-Basedow)

Se estima que 7,2 % de las personas mayores de 60 años tiene hipotiroidismo manifiesto y 12,8 % de las mujeres embarazadas tiene hipotiroidismo manifiesto y 21,1 % tiene hipotiroidismo subclínico, que requiere de pruebas de laboratorio y chequeo médico para ser detectado.

Por lo cual es importante realizar una revisión de hormonas tiroideas, sobre todo en mujeres puesto que estas se alteran tanto en la pubertad, ciclo menstrual, el embarazo, el puerperio y hasta la menopausia. La importancia de la detección oportuna de estos padecimientos es que los síntomas que presentan se pueden complicar y por lo tanto impactar en la calidad de vida y la mejora inmediata al encontrar el origen del problema y tratarlo.

Fuentes:
1. García-García C. Fisiología tiroidea. Med Int Méx. 2016 sep;32(5):569-575.
2. Esteva, E. (2010). Trastornos tiroideos. Tratamiento. Offarm, 29(6), 61–67. Retrieved from https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-trastornos-tiroideos-tratamiento-X0212047X10875655
3. The Health Policy Partnership. (2019). ACERCA DE LOS TRASTORNOS TIROIDEOS. Retrieved May 2, 2023, from Healthpolicypartnership.com website: https://www.healthpolicypartnership.com/app/uploads/Trastornos-tiroideos-en-Mexico.pdf
4. Zárate, A., Hernández, A., Basurto, L., & Saucedo, R. (2010). La enfermedad tiroidea es más frecuente en la mujer. Acta Médica Grupo Ángeles, 8(2), 84–87. Retrieved from https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=24756

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